En los últimos días, el Ministro de Economía Martín Guzmán, anunció que habrá un plan para estimular el mercado de la construcción y promover el crédito hipotecario. Si bien esta medida fue bien recibida por el sector, se advirtió que también faltan incentivos para los compradores.
Desde el Gobierno, se adelantó que se trabaja en dos proyectos de ley. Estos consisten en varios beneficios impositivos para estimular la inversión en proyectos nuevos: exención durante un período de tres años del impuesto a los Bienes Personales sobre los activos financieros que se apliquen a nuevas construcciones y un diferimiento del pago del impuesto a las Ganancias y sobre las Transferencias de Inmuebles que corresponde al aporte de un inmueble —por ejemplo, un terreno— a un proyecto de construcción hasta el momento de culminada o cobrada la obra.
Asimismo, el otro proyecto de ley considera la creación de un Fondo Fiduciario de Cobertura y Promoción para brindar sustentabilidad al sistema de Crédito Hipotecario. Según la información oficial, el fondo será “autosustentable”, y se financiará con aportes de las entidades financieras y con una porción de la cuota del crédito. Por su parte, la Cámara Argentina de la Construcción (CAMARCO) expresó su apoyo a las medidas declaradas para la construcción privada, que sería el 70% de la industria.
Iván Szczech, presidente de la cámara, afirmó que una de sus metas es movilizar la inversión hacia el sector por medio de incentivos fiscales que produzcan ofertas de viviendas y, aparte, brindar a los argentinos la oportunidad de acceder a las mismas a través de créditos hipotecarios que varíen en función del salario.
Vale decir que, Damián Tabakman, presidente de la Cámara de Desarrolladores Urbanos (CEDU) comentó que las medidas van de acuerdo con los temas que venían trabajando con el gobierno.
Cabe señalar que desde la Cámara de Empresas de Servicios Inmobiliarios (CAMESI) hubo mucho optimismo con los anuncios. Sin embargo, advirtieron que estos deben complementarse con incentivos para los compradores.
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CAMARCO desarrolló un estudio de opinión acerca del panorama de la actividad de la construcción, desde la perspectiva de sus propios actores, para averiguar acerca del impacto de la pandemia y las medidas tomadas por el Estado en la Industria de la Construcción.
Según lo estipulado por CAMARCO, de las obras con contrato vigente al 31 de agosto, el 55% se encuentran en desarrollo normal, el 14% están atrasadas y otro 12% están inmovilizadas. La proporción de obras con desarrollo normal tuvo una mejora en los últimos cuatro meses: pasó del 34% al 55% actual. No obstante, las empresas del área metropolitana de Buenos Aires, AMBA, indican que sólo el 32% de las obras van en desarrollo normal contra una media del 61% del interior.
Por otro lado, el 78% de las empresas constructoras consultadas no tuvo ninguna adjudicación de obra pública en agosto de 2020. En relación a las obras privadas, el 76% no adquirió nuevas adjudicaciones en agosto. En los dos casos, los porcentajes se mantienen parecidos al mes anterior.
Respecto al empleo, el 21% de las empresas suspendió personal bajo convenio y el 50% estima que las suspensiones continuarán al menos hasta octubre.
Elaborado por: Sociedad de Bienes Raíces Latinoamérica
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