Existe una urgencia de poder bajar el déficit habitacional que últimamente ha ido creciendo. Por esta razón, salen a la luz nuevas opciones para atraer a los consumidores. Una de ellas es el proyecto de ley 476 que regulariza el arrendamiento financiero de bienes inmuebles.
Cabe mencionar que este plan le da la posibilidad a los ciudadanos jóvenes y parejas, que acaban de contraer matrimonio, arrendar algunas viviendas y poder comprarlas.
Vale decir que, años atrás, el déficit habitacional alcanzaba la cifra de 170 mil viviendas. Hoy en día, según el Ministerio de Vivienda y Ordenamiento Territorial (MIVIOT), aquella demanda se ha incrementado a 200 mil.
Por su parte, el Ministro de Vivienda y Ordenamiento Territorial, Rogelio Paredes, manifestó que los millennials se caracterizan por no comprar viviendas para echar raíces. Asimismo, añadió que demorará, alrededor de ocho años, rotar el exceso de oferta que hay actualmente.
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El presidente de la Asociación Panameña de Corredores y Promotores de Bienes Raíces (ACOBIR), Frank Morrice, sostuvo que promover la demanda es un tema esencial.
Por otro lado, según lo estipulado en la actual ley, la Superintendencia de Bancos podrá regular a las empresas que dispongan de la debida autorización para llevar a cabo el negocio de arrendamiento financiero de bienes inmuebles.
Además, en el artículo 7 se logra precisar que los factores primordiales que deben incluirse en el contrato, deberán detallarse, de forma escrita, los deberes del arrendador y arrendatario financiero, el proceso para el cálculo del alquiler y las cantidades que van a aplicarse a capital, interés, seguro y precio de adquisición. Todo ello se dará para poder establecer el alquiler que mes a mes se tiene que pagar. El contrato tiene que estar en actividad por un tiempo que no sea inferior a cinco años.
La actividad inmobiliaria está supeditada directamente a la construcción que se ha caracterizado por tener un gran revés. Ello se vincula a la depresión que ha venido padeciendo desde hace varios años.
Un dato importante es que, en diciembre de 2017, el valor total de las construcciones fue de $2,144 millones. Esta cantidad no se ha recuperado nuevamente.
De acuerdo a lo manifestado por la Contraloría General, el sector inmobiliario, solamente, ha realizado un aporte, en el 2019, al producto interno bruto (PIB) 7.1% y produjo 14,368 plazas de empleo.
Elaborado por: Sociedad de Bienes Raíces Latinoamérica
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