Las medidas tomadas por el Gobierno Argentino desde la llegada del COVID-19 a América Latina, han tenido un fuerte impacto en todos los sectores de la economía, y el mercado inmobiliario no es ajeno a ello. Recientemente, la Cámara Argentina de la Construcción (CAMARCO) elaboró un estudio de opinión para poner bajo la lupa el impacto de la emergencia sanitaria y las medidas adoptadas por el gobierno en el rubro de la construcción.
Según el documento en cuestión, de las obras con contrato vigente hasta el 31 de agosto, un 55% tuvo un desarrollo normal, 14% sufrieron demoras, y 12% se paralizaron. Esto quiere decir que, en los últimos 4 meses, hubo una mejora en la proporción de obras desarrolladas con normalidad frente a las que no. Sin embargo, las empresas que radican en el área metropolitana de Buenos Aires precisan que, en esa zona del país, solo 32% se avanzaron sin retraso a comparación de la media de 61% que muestran las ciudades del interior.
A todo esto, hay que sumarle que, durante agosto, el 78% de empresas consultadas por CAMARCO no tuvieron adjudicación de obra pública, mientras que, en lo que respecta a adjudicación obra privada, el porcentaje llega a 76. Las consecuencias se ven en el desempleo que se ha generado en el sector, con 21% de empresas suspendiendo a personal contratado y 50% de estas estimando que la medida seguirá durante octubre.
Ante la agraviante situación, esta semana el Ministro de Economía, Martín Guzmán, anunció una nueva serie de medidas para buscar mitigar el impacto en la economía de la emergencia sanitaria, entre las que destaca un plan para estimular el rubro de la construcción y promover el crédito hipotecario. Un anuncio que cayó bien dentro del sector, pese a que sus actores indicaron que hacen falta mayores incentivos para los compradores.
El gobierno indicó que este plan viene en la forma de dos proyectos de ley. Uno de ellos buscara reactivar la inversión en nuevos proyectos mediante beneficios impositivos como la exoneración durante 3 años del impuesto a los Bienes Personales sobre activos financieros que se apliquen a nuevas construcciones, y el diferimiento del pago del impuesto sobre las transferencias de inmuebles y el impuesto a las ganancias. El otro proyecto, por su parte, incluye la creación del Fondo Fiduciario de Cobertura y Promoción, un fondo autosostenible que busca incentivar el Crédito Hipotecario Bancario y que está financiado gracias a entidades financieras y una fracción de la cuota de crédito.
CAMARCO
Iván Szczech, presidente de la cámara, se pronunció a favor de la medida. Señaló que desde CAMARCO ven con buenos ojos que se esté incentivando la reactivación de la construcción privada, la cual representa un 70% de la industria.
CÁMARA DE DESARROLLADORES URBANOS (CEDU)
Mediante su presidente, Damián Tabakman, la CEDU indicó que, si bien están a favor de las medidas presentadas por el ministro Guzmán, tenían expectativas más grandes para con las acciones del gobierno. Esto debido a que ya habían entablado conversaciones con el ejecutivo y le habían sugerido un mayor número de propuestas.
CÁMARA DE SERVICIOS INMOBILIARIOS (CAMESI)
El pronunciamiento de CAMESI, a través de su presidente Alejandro Ginevra, fue que se necesita complementar las medidas anunciadas con incentivos para los compradores, aunque consideró que se avanzaba en la dirección correcta. Añadió que, para volver a confiar en el mercado, los inversores necesitan sentir el estímulo.
En general parece que el mercado inmobiliario de la Argentina ha iniciado su camino hacia la tan ansiada recuperación. En buena hora que los actores de este mercado hayan visto con buenos ojos las medidas planteadas por el gobierno para no generar más demoras y llegar lo más rápido posible a la meta que todos tienen en común.
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Elaborado por: Sociedad de Bienes Raíces Latinoaméric
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