El sector inmobiliario de Venezuela era un mercado que, en sus mejores tiempos, generaba entre 20,000 y 50,000 puestos de trabajo según el portal Banca y Negocios. Desde hace una década sus números están descendiendo, y con la llegada de pandemia mundial, el panorama no es muy alentador. En la actualidad, el sector primario se encuentra mayormente paralizado, lo que trae como consecuencia una baja en los precios del sector secundario, afectando al mercado de la construcción.
Francisco López, presidente de la Cámara Venezolana de la Construcción (CVC), comentó para un medio digital que, la migración de venezolanos a otras naciones es otro de los causantes del estado actual de la industria inmobiliaria. Indicó que los puestos de trabajo se han reducido en más de 1 millón durante los últimos 8 años debido a este factor. La suma de ambas situaciones ha generado que sean poco los proyectos inmobiliarios que siguen activos en este momento del año. Sin embargo, López enfatiza que estos proyectos se encuentran en riesgo si la construcción no es declarada como una actividad esencial y se otorguen permisos para que las obras se realicen en horario completo y de forma continua.
El representante del gremio también declaró que la pandemia generó una baja en los precios del mercado, lo que significa una gran oportunidad para comprar. Las operaciones inmobiliarias no se han visto tan afectadas pese a la situación, aunque sí el valor de las mismas.
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Un sector que se dinamizó a causa de la baja de precios fue el de los alquileres. La falta de un crédito hipotecario y de posibilidades de compra por la detención del sector primario, han llevado a la población venezolana a optar por alquileres, pues la demanda por inmuebles se mantiene. No obstante, se estima que la falta de ingresos que viene con el desempleo dificultará el pago de los arriendos en el corto plazo.
La CVC discrepa con la implementación del Sistema Petro Inmobiliario, que busca que el Petro (criptomoneda venezolana) pueda ser usado para el financiamiento con empresas privadas que estimulen la construcción de viviendas. Su representante menciona que hace exactamente un año, en octubre del 2019, se tomó una medida similar y no tuvo efecto en el sector. López considera que no hay información clara respecto de cómo funciona el sistema y eso genera desconfianza, ya que no parece ser un proceso transparente, pues ni la CVC ni la Cámara Inmobiliaria de Venezuela fueron invitadas a participar en la toma de esta decisión.
Frente a un panorama que aún se ve rodeado por la incertidumbre, la Cámara Venezolana de la Construcción está planteando 3 propuestas para lograr reactivar al sector inmobiliario.
- MOFIFICAR ARTÍCULOS DE LA LEY DE ARRENDAMIENTO INMOBILIARIO
Esta es la ley que rige el arrendamiento y sub arrendamiento de inmuebles urbanos y sub urbanos destinados a vivienda en Venezuela, y que, según la CVC, deja con las manos atadas a los propietarios ante algunas faltas por parte de los inquilinos. Se necesita proteger a los arrendadores que están alquilando sus propiedades. Si bien muchas veces se llega a un acuerdo, esto no garantiza que los inquilinos cumplan con el mismo. Si existe incumplimiento, deben crearse mecanismos para desalojar a los que están en falta, dando seguridad a quien arrienda la propiedad.
- MODIFICACIÓN DE LA LEY DE ESTAFAS INMOBILIARIAS
En una ley que tiene como objetivo regular, controlar y sancionar la construcción, venta y preventa de viviendas en territorio venezolano, la CVC busca cambiar específicamente el artículo 12 del capítulo II, que habla sobre las condiciones a seguir para realizar una preventa. En el mercado inmobiliario venezolano, para comprar un departamento uno tiene que pagar el 100%. Ante la situación actual, disponer de esos montos es prácticamente imposible. Por otro lado, se pide que las preventas puedan realizarse en moneda fuerte, ya que eso permitiría a los ciudadanos utilizar la divisa en la que más confíen, generando opciones de compra.
- DIGITALIZACIÓN DE REGISTROS
Es necesario el cambio a la era digital. Desde la CVC indican que el mercado de bienes raíces de Venezuela era uno de los más atrasados de América Latina en cuanto a la implementación de herramientas tecnológicas. Con el confinamiento, la necesidad por tener procedimientos digitales seguros para los ciudadanos se ha vuelto un tema urgente que necesita más apoyo del gobierno.
Para finalizar, López enfatizó que estos cambios pueden generar un beneficio significativo para el sector inmobiliario. Si bien la situación no es de las mejores, soluciones coordinadas entre los actores que tienen injerencia en el mercado, pueden ser de gran ayuda para generar una reactivación económica que ayudaría a todos los ciudadanos de Venezuela.
Elaborado por: Sociedad de Bienes Raíces Latinoamérica
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