Ecuador, al igual que muchos países latinoamericanos viene atravesando una fuerte crisis a nivel socio-económico. En este contexto, el sector inmobiliario es uno de los más golpeados a causa de la pandemia del Covid-19.
La suspensión de actividades por la pandemia de Covid-19, ha significado grandes cambios en el consumo en Ecuador y ello se ve reflejado en que las inscripciones de propiedad, un indicador de las operaciones de compra-venta de inmuebles, cayó 53% entre enero y junio de 2020, en comparación con el mismo período de 2019.
En Junio hubo 886 registros de propiedad en Quito, es decir 9.378 menos que durante el mismo mes de 2019, según datos del Registro de la Propiedad.
Según un encuesta realizada por la Cámara de Comercio de Quito (CCQ), la perspectiva de la población sobre el sector inmobiliario no es muy alentadora, pues se prevé que las personas planean gastar menos en bienes inmuebles, casas y terrenos.
El segmento que más ha sentido el golpe, por ahora, es el de negocios inmobiliarios. En estos días se ha visto que varias oficinas rentadas, han sido desocupadas por sus arrendatarios, incluso hay edificios rentados por empresas que ahora están siendo devueltos a sus propietarios.
La reducción en la compra-venta o el alquiler de oficinas se debe a dos factores: el cierre de negocios por la falta de liquidez y la suspensión de la jornada laboral presencial, que hizo que varios negocios optaran por el teletrabajo, una salida para seguir adelante y, quien sabe, una tendencia a largo plazo.
Si bien esta modalidad de trabajo no es nueva, en Ecuador hasta antes de la pandemia eran pocos los que la aplicaban. Sólo 14.276 personas teletrabajaron en el país entre 2016 y 2019, según datos del Ministerio de Trabajo.
La pandemia hizo del trabajo remoto una tendencia que perdurará en el tiempo, no solo porque disminuye el riesgo de contagio sino también porque reduce costos operativos de las empresas.
EL SECTOR INMOBILIARIO Y SUS RETRASOS
Si bien la construcción fue una de las primeras actividades en retomar ejercicio, mediante planes piloto, tras lo que “parece” ser el fin del pico de la pandemia en Ecuador, su reactivación no termina de agradar. Hay aún barreras administrativas que deben ser superadas. El malestar del sector inmobiliario se debe a que durante los meses de cuarentena las notarías no aceptaron el uso de la firma electrónica para realizar las operaciones de compra-venta de inmuebles.
Una vez que pase esta emergencia sanitaria, aun se tendrá que enfrentar a la situación económica compleja, por lo que seguro la variable más relevante en el sector inmobiliario para la velocidad de ventas será el precio.
Elaborado por: Sociedad de Bienes Raíces Latinoamérica
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