Un arquitectura verde, es la filosofía de la arquitectura que aboga por fuentes de energía sostenibles, la conservación de la energía, la reutilización y la seguridad de los materiales de construcción, y la ubicación de un edificio teniendo en cuenta su impacto en el medio ambiente.
A principios del siglo XXI, la construcción de refugios (en todas sus formas) consumió más de la mitad de los recursos del mundo, lo que se tradujo en el 16 por ciento de los recursos de agua dulce de la Tierra, el 30-40 por ciento de todos los suministros de energía y el 50 por ciento en peso de todas las materias primas retiradas de la superficie de la Tierra. La arquitectura también fue responsable del 40-50 por ciento de los depósitos de residuos en los vertederos y del 20-30 por ciento de las emisiones de gases de efecto invernadero.
Muchos arquitectos después del auge de la construcción posterior a la Segunda Guerra Mundial se contentaron con erigir iconos cívicos y corporativos emblemáticos que celebraban el consumo derrochador y la globalización omnívora.
Sin embargo, a comienzos del siglo XXI, la integridad ambiental de un edificio, se convirtió en un factor importante en la forma en que este se construía.
La arquitectura verde es simplemente, un método sostenible de diseño de edificios ecológicos: es el diseño y la construcción teniendo siempre en cuenta el medio ambiente. Los arquitectos ecológicos se toman muy en serio este tipo de arquitectura que es mucho más compleja que los juegos online, ya que, generalmente trabajan con los conceptos claves y minuciosos que se necesitan para crear una casa eficiente en energía pero que a la vez es respetuosa con el medio ambiente.
La ecología natural del planeta debería ser el modelo macro para que los arquitectos lo usen como modelo para las edificaciones verdes. La arquitectura puede modelarse y copiar el entorno ‘verde’ natural, hacer un nuevo edificio ecológico o adaptar un edificio existente, para que sea respetuoso con el medio ambiente, en términos de materiales utilizados y el espacio que ocupe, y eficiente en energía, incluida la tecnología solar.
Un arquitecto verde debe no solo trabajar respetando el medio ambiente, sino también debe escuchar las necesidades de los clientes y traducirlas en un plan de diseño viable y sustentable.
Asimismo, debe también poder asesorar a un cliente en los detalles que hacen que un edificio sea energéticamente eficiente.
El arquitecto debe ser capaz de traducir las ideas del cliente a la realidad, utilizando tanto el sentido arquitectónico común como la tecnología y los métodos más actualizados. Esto podría incluir paneles solares, construcción de edificios de masa térmica, materiales ecológicos, como madera, piedra o tierra, o incluso materiales de desecho reciclados, como neumáticos o botellas de vidrio o plástico.
Tanto el diseño como la construcción pueden hacer que un edificio sea verdaderamente sostenible y ecológico, y el arquitecto debe prestar especial atención a ambos aspectos durante todo el proceso.
Un arquitecto verde o ecológico, debe prestar mucha atención al entorno en el que se encuentra el sitio potencial de construcción. Esto debería guiar al arquitecto en su diseño, con la intención de respetar la ecología inmediata del área, y para que la nueva estructura o edificio ecológico esté en armonía con su entorno.
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VIVIR EN ARMONÍA
En el caso de que sea un edificio existente, o un edificio que se construya en un llamado sitio de campo marrón, que generalmente se encuentra en un área urbana, donde a menudo las propiedades industriales o residenciales son o han sido demolidas, el arquitecto debe prestar especial atención a lo que ya está en el sitio, cómo se ha utilizado y tratado y debe buscar la manera de aprovechar e integrar el medio ambiente a su proyecto.
La arquitectura verde puede generar la posibilidad real de que los humanos vivan armoniosamente dentro del medio ambiente.
Existen oportunidades para diseñar residencias y lugares de trabajo, energéticamente eficientes y respetuosos con el medio ambiente que demuestren nuestra capacidad humana de adaptarnos y vivir pacíficamente dentro de la ecología del mundo natural.
Los arquitectos tendrán que abandonar la especialización del siglo XX y la dependencia de la tecnología y, con los constructores y los clientes, deberán ayudar a apoyar objetivos de base, orientados a la comunidad que sean unificadores a nivel mundial. En palabras del fundador del Día de la Tierra, Gaylord Nelson “la prueba definitiva de la conciencia del hombre será su disposición a sacrificar algo hoy por las generaciones futuras cuyas palabras de agradecimiento, no escucharán”.
FORMA Y CONTENIDO
Para que la arquitectura se vuelva verdaderamente verde, es esencial una revolución de la forma y el contenido, incluidos cambios radicales en todo el aspecto de la arquitectura.
Esto solo puede suceder si aquellos involucrados en las artes de la construcción crean un lenguaje fundamentalmente nuevo que sea más integrador en el contexto, socialmente receptivo, funcionalmente ético y visualmente pertinente.
Las potencialidades de la ciencia y la tecnología ambiental deben ser examinadas creativamente.
Ya existe una rica reserva de ideas de la ciencia y la naturaleza: cibernética, realidad virtual, bioquímica, hidrología, geología y cosmología, por mencionar algunas.
Además, así como la Revolución industrial una vez generó cambios en muchos campos en el siglo XIX, también la revolución de la información, con su modelo de sistemas integrados, sirve como modelo conceptual en el siglo XXI para un nuevo enfoque de la arquitectura y el diseño en un entorno sostenible y más amplio.
Finalmente, la arquitectura verde y el diseño sostenible tienen que ser capaces no solo de ser respetuosos con el medio ambiente, sino también brindar propuestas de construcciones más económicas y más eficientes que las construcciones tradicionales.
Elaborado por: Sociedad de Bienes Raíces Latinoamérica
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