El sector inmobiliario cambia cada día de la mano de blockchain. La digitalización, acelerada por los meses de pandemia, representó el “puntapié inicial” para dinamizar un sector tradicional. Si bien aún existe un largo camino por recorrer, los contratos de compra y venta de inmuebles comienzan a ser una realidad en el mundo bitcoin.
¿Qué es la tecnología blockchain?
El blockchain es una tecnología que permite la transferencia de datos de una manera completamente segura gracias a una codificación muy sofisticada. Se suele comparar con un libro de contabilidad de una empresa donde están registradas todas las entradas y salidas de dinero. Pero, en este caso un libro de acontecimientos digitales.
Esta transferencia no necesita de un intermediario que compruebe y apruebe la información, sino que está distribuida en diversos nodos independientes (usuarios) entre sí que la registran y validan. Así, una vez que la información es introducida no podrá ser borrada, solo se podrán añadir nuevos registros.
¿Cómo se está aplicando en América Latina ésta tecnología a las transacciones inmobiliarias?
Se viene utilizando para garantizar dos cosas: 1) la fecha exacta de la firma, y 2) la inmutabilidad del contrato. Vale decir, que no se puede modificar ni una sola coma del documento porque sería evidente. Agregar la tecnología blockchain a la suscripción de contratos de compraventa de inmuebles, confiere al documento una certeza digital y seguridad a los intervinientes que lo suscriben. La necesidad ha obligado a la sociedad a digitalizarse y abandonar progresivamente la tradicional formalidad escrita.
Un reconocido estudio jurídico de Argentina, ha sido el pionero en Sudamérica en realizar un registro de acuerdo de compraventa de un inmueble, utilizando la tecnología blockchain de Bitcoin. El contrato se realizó en la provincia de San Luis, en el año 2018 y fue firmado en la plataforma de firmas digitales de Signatura. En él se incluyeron detalles del terreno, precios y especificaciones técnicas.
Un representante de dicho estudio señala: “Después de 2018 nosotros seguimos avanzando con el proceso de digitalización de la firma electrónica. Había muchas cosas que no se hacían de forma remota. Pudimos combinar elementos para lograr realizar un boleto de compraventa, cien por ciento electrónico, completo, con firma electrónica y conseguimos estandarizar el proceso. Sumado a la validación de la clave fiscal. Con esto se logró concretar una gran cantidad de operaciones de compra y venta”.
Además, indicó que ya analizan realizar proyectos con Smart contracts, más complejos, como una política comercial. En vez de comprar un terreno, uno compraría tokens, equivalente a superficies de tierra, y después con la cantidad de tierra intercambiarlos. No se compraría una casa, sino una cuarta parte de ese terreno y “tokenizarlos”, usando criptomonedas.
Las operaciones tienen que ser más dinámicas, y la tecnología blockchain puede solucionar éste problema rápidamente. Por ejemplo, con ésta tecnología, un comprador y un vendedor puede cerrar una operación de forma segura en diez minutos, y sin intermediarios, obviamente debe cumplir con la regulación de un funcionario público. En especial, en aquellas operaciones de compraventa de bienes futuros y que se pueden garantizar que se entreguen, una vez que se concluya la construcción.
En dicho sentido, la forma cómo se concretaría ésta regulación estatal, queda en manos de los gobiernos que deben implementar medidas legales para adecuarse a la evolución digital y necesidad social del presente siglo.
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Elaborado por: Sociedad de Bienes Raíces Latinoamérica
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